Aproximadamente treinta personas participaron en la destrucción de un pequeño puesto de agua que algunos habitantes del barrio Anexo San Miguel, de Boaco, habían construido. Según los afectados, entre ese grupo estaban trabajadores de Enacal.
El problema se originó hace seis meses, según Luis Torres Centeno, poblador del barrio, cuando trabajadores de Enacal pusieron tuberías para dos puestos nuevos. “Pero nosotros no agarramos de esa agua porque nos queda a más de trescientos metros, entonces, decidimos hacer nuestro puesto y después venir a Enacal a que nos pusieran un medidor y pagar el servicio”, sostuvo Torres.
“Desde que hicieron esos puestos nosotros no le hemos dado uso, nos queda muy lejos, por eso entre los vecinos de la cuadra compramos tubos y nos pegamos al tubo principal, así como hicieron en otros puestos”, explicó Francisco Saavedra.
Según los afectados, invirtieron aproximadamente 1,500 córdobas en la compra de los tubos, sin meter gastos de mano de obra. La conexión beneficiaría a siete familias y alrededor de treinta personas.
Representantes de estas familias acudieron a interponer sus quejas a Enacal. “Nosotros hemos hecho muchas reuniones con ellos (Enacal), pero siempre nos dejaron en la nada, no nos respondieron. Estamos careciendo de agua, queremos que nos den respuestas”, dijo Sulema Torres.
Diez personas fueron los representantes de los afectados que se presentaron a las oficinas municipales de Enacal, para denunciar la destrucción del puesto de agua que ellos habían construido. Aprovecharon para demandar la reparación del puesto y que se les brinde el servicio de agua potable.
Según Francisco Saavedra sus vecinos destruyeron las tuberías porque aducen que la presión del agua no es buena. “Pero eso es mentira, viera clase presión de agua la que les llega, lo que pasa es que son envidiosos y solo ellos quieren tener agua” argumentó.
FALTA SERVICIO
En el Anexo San Miguel habitan aproximadamente trescientas personas y cuenta con tres puestos de agua. No es la primera vez que se denuncia la falta de ese servicio pese a que el barrio está a pocos metros de la represa municipal.
LES PIDEN CENSO
Los afectados conversaron con representantes de Enacal, puesto que la delegada Mercedes Campos, no se encontraba en la oficina. Les pidieron que levantaran un censo en el barrio, para saber cuántas personas serían beneficiadas con el puesto y saber la viabilidad de este. Con respecto a la destrucción, los afectados fueron remitidos a la Policía pues Enacal aseguró no tener nada que ver con eso. “Nosotros lo que queremos es tener nuestra agua, porque a los vecinos del otro puesto no les gusta pagar, por eso queremos estar aparte”, concluyó Francisco Saavedra.
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