Las calles y aceras en el reparto San Juan, donde antes se encontraba el viejo mercado de Jinotepe, ahora lucen despejadas. Los comerciantes que habían dejado el nuevo mercado salieron de ahí el lunes por la noche.
Todos los “caramancheles” de los vendedores que no querían abandonar sus antiguos puestos fueron trasladados el lunes por la noche en los camiones de la Alcaldía Municipal con destino al mercado nuevo Jorge Matus Téllez.
En la acera de la iglesia católica Santiago, ya no se mira a ningún vendedor y los peatones que circulan sobre la misma ya no corren el riesgo de ser levantados por algún vehículo, pues antes caminaban por las calles debido a que las aceras estaban ocupadas.
Aunque los vendedores regresaron por segunda ocasión a las modernas instalaciones del Jorge Matus, las calles del centro histórico de la ciudad son resguardadas por agentes de la Policía Nacional y los patrullajes se dan a cada momento.
Con la retirada de los vendedores, doña Leila Herrera, habitante del populoso barrio San Juan, manifestó: “Me siento muy contenta porque es algo que esperábamos. Como ciudadana jinotepina, vamos a seguir trabajando por el centro histórico de Jinotepe, vamos a hacer un monitoreo y darle seguimiento a esos acuerdos”.
Advirtió que al no cumplirse esos acuerdos firmados entre las autoridades municipales, iglesia católica e instituciones del Estado, ella como afectada, en conjunto con los demás pobladores, denunciará ante los medios de comunicación si continúa el desorden.
A comprar al nuevo mercado
“En algunas cuadras ya me encontré que aún sigue la parada de las rutas de San Marcos y Diriamba, hay gente vendiendo pitahaya y queso. Nosotros los jinotepinos tenemos el deber de monitorear esto y de apoyar a las autoridades para que no se regresen los comerciantes, además tenemos el deber de ir a comprar al Jorge Matus Téllez”, expresó Herrera.
Los propietarios de tiendas en el centro histórico de Jinotepe no dejaron también de expresar su alegría al ver las calles vacías.
“Gracias a Dios nos sentimos contentos que todo se pudo hacer en sana paz, porque no hubo ningún maltrato, ellos (los comerciantes) entendieron que tienen que aprovechar ese gran mercado que tienen y que se construyó con una gran inversión. Aquí se había puesto feísimo, sucio, moscas y zancudos”, dijo Silvia Elena Mayorga.
Esperan que se cumpla
Silvia Elena Mayorga explicó que estar nuevamente en lo limpio es un progreso y que no era posible que una parte de Jinotepe se volviera mercado.
“Estábamos alegrísimos cuando se dio el primer traslado de los vendedores y nunca creímos que se iban a volver a ensuciar las calles”, indicó Mayorga, que aguantó más de 30 años viviendo encerrada en su casa y negocio.
Estos pobladores esperan que las autoridades, como los comerciantes cumplan con esos acuerdos, porque quieren vivir siempre en lo limpio.
Señalaron que es importante la presencia policial para que se garantice siempre el orden.
Dos liberados
El lunes desde las 3:00 de la madrugada, agentes de la brigada antimotines se apostaron alrededor del mercado viejo de Jinotepe para no permitir el ingreso de los comerciantes. Tras varios momentos de tensión, la situación regresó a la calma cuando la Policía prometió liberar a dos comerciantes que fueron detenidos ese día, hasta entonces los vendedores comenzaron a levantar sus improvisados tramos y regresaron al nuevo mercado.
100 millones de córdobas, aproximadamente, se invirtió en la construcción del nuevo mercado de Jinotepe. El proceso de construcción de ese centro duró unos veinte años.
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